Crónica Cantillana – Los Riberos 16/11/2013

Con la expectación que levanta siempre esta montería, nos emplazábamos a las 8,30 horas en el cortijo de la finca, para tomar un desayuno tradicional, esta temporada habíamos decidido no sortear los puestos del río, puestos de balcón muy bonitos pero trabajosos, por lo que los monteros se habían quitado esa preocupación durante el sorteo, que transcurrió rápido y como de costumbre saliendo las armadas sorteadas, con la ventaja de que al estar ya en la finca la colocación en las posturas era muy rápida.

No se había terminado de sortear ya se escuchaban las detonaciones de las primeras armadas colocadas, lo que hacía presagiar que todo estaba como se espera de ésta montería y todo ello a pesar de que por razones de gestión de caza, habíamos puesto cupo de 1 cierva a los monteros, para no despoblar la zona en demasía y poder así seguir disfrutando de los magníficos resultados de cada temporada, también se había prohibido tirar gamas, para que siga aumentando la población de esta especie que cada vez se consolida más en la zona.

Esto hizo que el tiroteo a pesar de ser muy continuo no fuera tan intenso como otros años, no obstante la finca cumplió y se pudo ver en la junta de carnes 37 venados, 12 gamos, 8 cochinos y 50 ciervas, destacando dos venados de muy buen porte, un gamo de palas ya muy hechas y un navajero con boca apetecible.

Quizás el frío y el aire de los dos días anteriores a la montería hizo que la caza se tapara un poco en el monte y se vaciara algo por el río, lo que no ayudo a consolidar la media de reses de los últimos años, pero por la querencia de la finca y la riqueza de sus pastos y sus bellotas, allí estará para la temporada próxima.

Terminamos la jornada como siempre con una magnifica comida y comentando los lances vividos en las magníficas instalaciones que la finca tiene, donde como siempre también terminamos cantando canciones “montañesas”, en honor al origen de la propiedad de la finca, tomando unas copas entre los muchos amigos que allí quedamos hasta bien entrada la noche.